Vol. 8 Num. 17 Suplemento CICA Multidisciplinario Enero-junio 2024
BUENAS PRÁCTICAS ALIMENTARIAS PARA PREVENCIÓN DE LA DESNUTRICIÓN INFANTIL EN NIÑOS MENORES DE CINCO AÑOS
GOOD FOOD PRACTICES FOR THE PREVENTION OF CHILD MALNUTRITION IN CHILDREN UNDER FIVE YEARS OF AGE
BOAS PRÁTICAS ALIMENTARES PARA PREVENÇÃO DA DESNUTRIÇÃO INFANTIL EM CRIANÇAS MENORES DE CINCO ANOS
Janine Maribel Taco Vega1 Autor de correspondencia: jtaco@ueb.edu.ec
Universidad Estatal de Bolívar - Ecuador
David Santiago Agualongo Chela2 Email: dagualongo@ueb.edu.ec
Universidad Estatal de Bolívar – Ecuador
Deicy Gabriela García Verdezoto3 Email: dgarcia@ueb.edu.ec
Universidad Estatal de Bolívar – Ecuador
Darío García4 Email: dagarcia@ueb.edu.ec
Universidad Estatal de Bolívar – Ecuador
Recibido:12 febrero 2024 Aceptado: 6 de mayo 2024 Publicado: 25 de junio 2024
RESUMEN
La buena práctica alimentaria es fundamental en los primeros años de vida, en vista de ser una época de crecimiento y desarrollo que ayudan a combatir la desnutrición. El objetivo de este estudio fue describir las buenas prácticas alimentarias para la prevención de desnutrición infantil en el Centro de “Salud Julio Moreno”. La metodología aplicada consistió en un estudio cuantitativo, descriptivo y de campo. La muestra estuvo conformada por 34 niños que asisten al Centro de Salud Julio Moreno. Para la recolección de datos, se utilizó una ficha de registro de datos antropométricos y una ficha de frecuencia de consumo de alimentos aplicada a las madres. Los resultados muestran que el 61.8% de los padres eligen la dieta de sus hijos en función de su valor nutricional y el 52.9% cree que la comida más importante del día es el desayuno. Al evaluar el valor nutricional de los niños con medidas antropométricas, se relacionan con los indicadores de la siguiente manera: longitud/talla para edad (67.6% normal), peso/edad (91.2% normal), peso para la longitud/talla (94.1% normal), IMC/edad (85.3% normal), Perímetro Braquial (94.1% Estado nutricional normal); más del 50% de niños se encuentran dentro de los parámetros normales, también se presentaron algunos casos con alteraciones (Desnutrición aguda, severa, sobrepeso, etc.). En conclusión, el conocimiento de los hábitos alimentarios ofrecidos a los niños se realizó a través de una encuesta que determina la conducta alimentaria; la mayoría de los padres tienen un conocimiento medio sobre alimentos nutritivos y, según el indicador, la mayoría de los niños presentaba una talla, peso, IMC y perímetro braquial normal para su edad.
PALABRAS CLAVE: Desnutrición infantil; estado nutricional; práctica alimentaria; primera infancia.
ABSTRACT
Good nutritional practices are fundamental in the early years of life, considering this a period of growth and development that helps combat malnutrition. The objective was to describe good nutritional practices for preventing child malnutrition at the "Julio Moreno Health Center". The applied methodology consisted of a quantitative, descriptive, and field study. The sample was composed of 34 children attending the Julio Moreno Health Center. For data collection, an anthropometric data record sheet and a food consumption frequency sheet applied to the mothers were used. The results show that 61.8% of the parents choose their children's diet based on its nutritional value, and 52.9% believe that breakfast is the most important meal of the day. When evaluating the nutritional value of the children with anthropometric measures, they correlate with the indicators as follows: length/height for age (67.6% normal), weight/age (91.2% normal), weight for length/height (94.1% normal), BMI/age (85.3% normal), Upper Arm Circumference (94.1% normal nutritional status); more than 50% of children fall within the normal parameters, although there were also some cases with abnormalities (acute malnutrition, severe, overweight, etc.). Conclusions knowledge of the dietary habits provided to the children was obtained through a survey that determines eating behavior; most parents have an average knowledge of nutritious foods and, according to the indicator, most of the children presented normal size, weight, BMI, and upper arm circumference for their age.
KEYWORDS: Child malnutrition; nutritional condition; food practice; early childhood.
RESUMO
As boas práticas nutricionais são essenciais nos primeiros anos de vida, visto que é um período de crescimento e desenvolvimento que ajuda a combater a desnutrição. O objetivo deste estudo foi descrever boas práticas alimentares para a prevenção da desnutrição infantil no Centro de Saúde “Julio Moreno”. A metodologia aplicada consistiu em um estudo quantitativo, descritivo e de campo. A amostra foi composta por 34 crianças que frequentam o Centro de Saúde Julio Moreno. Para a coleta de dados foram utilizadas uma ficha de registro de dados antropométricos e uma ficha de frequência de consumo alimentar aplicada às mães. Os resultados mostram que 61,8% dos pais escolhem a alimentação dos filhos com base no seu valor nutricional e 52,9% acreditam que a refeição mais importante do dia é o pequeno-almoço. Ao avaliar o valor nutricional das crianças com medidas antropométricas, relacionam-se os seguintes indicadores: comprimento/altura para idade (67,6% normal), peso/idade (91,2% normal), peso para comprimento/altura (94,1% normal) , IMC/idade (85,3% normal), Perímetro do Braço (94,1% estado nutricional normal); Mais de 50% das crianças estão dentro dos parâmetros de normalidade, também houve alguns casos com alterações (desnutrição aguda, grave, excesso de peso, etc.). Conclui-se que o conhecimento dos hábitos alimentares oferecidos às crianças foi realizado por meio de um inquérito que determina o comportamento alimentar; A maioria dos pais possui conhecimento médio sobre alimentos nutritivos e, de acordo com o indicador, a maioria das crianças apresentou altura, peso, IMC e circunferência do braço normais para a idade.
PALAVRAS-CHAVE: Desnutrição infantil; estado nutricional; prática alimentar; primeira infancia.
INTRODUCCIÓN
En todo el mundo, 149 millones de niños menores de 5 años sufren desnutrición crónica y 45 millones padecen desnutrición aguda, pero se ha demostrado que enseñar a los padres qué alimentos son mejores para sus hijos ayuda a combatir la desnutrición (UNICEF, 2023). Una buena alimentación es esencial en los primeros años de vida; en los lactantes es muy importante llevar a cabo exclusivamente la lactancia materna durante los seis primeros meses de vida, a partir de los seis meses se debe implementar la alimentación complementaria esta debe ser llevada con alimentos nutritivos como cereales, carnes, verduras y huevos, los alimentos deben prepararse y administrarse en condiciones seguras para reducir el riesgo de contaminación con microorganismos patógenos (Capote & Lantero , 2020).
La desnutrición en los niños menores de cinco años es un grave problema en la mayoría de los países latinoamericanos, incluido Ecuador, que tiene 165 millones de niños, de los cuales alrededor del 26% pertenecen a la provincia Bolívar, un 30,60% al cantón Guaranda, niños que padecen con desnutrición infantil. Los niños pueden sufrir algunas formas de desnutrición porque padecen hambre oculta, "deficiencias de micronutrientes" y problemas del sistema inmunológico que provocan un retraso en el crecimiento y emaciación en los niños, lo que puede ser fatal (UNICEF, 2019).
En este contexto, el marco teórico se fundamenta en estudios clave que forman la base de la comprensión actual sobre la nutrición infantil y sus efectos a largo plazo. Investigaciones realizadas por Smith et al. (2018) han sido fundamentales al destacar la importancia crítica de intervenciones nutricionales tempranas. Este estudio señala que el acceso a una nutrición adecuada durante los primeros mil días de vida de un niño puede significativamente alterar el curso de su desarrollo físico y cognitivo, reduciendo la prevalencia y gravedad de la desnutrición crónica en regiones vulnerables.
Además, las investigaciones de García & Ramírez (2020) han profundizado en la identificación de prácticas alimenticias efectivas que no solo promueven un crecimiento saludable, sino que también preparan a los niños para un futuro más saludable libre de enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes tipo 2. Este estudio enfatiza la necesidad de políticas de salud pública bien orientadas y programas de intervención que incluyan educación nutricional para los padres y cuidadores, asegurando que las prácticas de alimentación saludable comiencen desde el hogar.
Para complementar estos estudios, la revisión sistemática de Johnson et al. (2019) sobre los patrones de alimentación en los primeros años de vida, y su impacto en los indicadores de salud a largo plazo, ofrece un panorama extenso sobre cómo las intervenciones tempranas pueden ser diseñadas para ser culturalmente adaptativas y sostenibles en diversos contextos geográficos y económicos. La investigación sugiere que las políticas que integran consideraciones culturales y accesibilidad económica son más efectivas en cambiar comportamientos a largo plazo.
Asimismo, el trabajo de Lee y Park (2021) proporciona un análisis crítico sobre cómo las desigualdades en el acceso a la alimentación saludable afectan desproporcionadamente a los grupos socioeconómicos bajos, exacerbando los problemas de desnutrición infantil en áreas urbanas y rurales. Este estudio aboga por un enfoque más holístico en la planificación de la seguridad alimentaria, que considere factores como la estabilidad del suministro de alimentos y la educación nutricional, como fundamentales para el éxito de las intervenciones públicas.
Por consiguiente, la inquietud se plantea de la siguiente manera ¿La falta de una nutrición saludable perjudica gravemente el crecimiento y el desarrollo de los niños? Si no se aborda esta problemática, los niños y la sociedad tendrán dificultades para desarrollar todo su potencial. Este desafío sólo puede superarse abordando y priorizando el problema de la desnutrición infantil en todas las etapas de la vida y dando prioridad a las necesidades nutricionales específicas de los niños en los sistemas alimentarios y sistemas de apoyo en salud, agua y saneamiento, educación y protección social.
Por lo tanto, surge una nueva inquietud al estudio ¿La alimentación y el cuidado nutricional de os niños en la primera infancia es primordial en la atención sanitaria integrada? Una gama de factores demográficos, laborales, socioeconómicos y cambios de diversa índole han provocado cambios en la forma de prestar la atención. Actualmente, los conocimientos y hábitos alimentarios de las personas se han vuelto crítica con la nutrición y la salud (Barreno y otros, 2020).
Una alimentación saludable durante la lactancia y la niñez promueve un crecimiento saludable y mejora el desarrollo cognitivo. Además, reduce el riesgo de sobrepeso y obesidad, así como el riesgo de enfermedades no transmisibles. Los infantes deben recibir lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, después de ello, la lactancia materna debe complementarse con una variedad de alimentos seguros y nutritivos sin sal ni azúcar añadidos (OMS, 2018). Los niños deben ingerir de cuatro a cinco comidas al día en porciones pequeñas, manteniendo el horario de tres comidas principales y dos refrigerios. El desayuno constituye entre el 20 y el 25% de la ingesta calórica, es la comida más importante dado que rompe el ayuno de 10-12 horas, el refrigerio de media mañana y media tarde aporta un 10%, el almuerzo de 30-35% y la merienda de un 20-25%. Un niño debe ingerir entre 1400 y 1600 calorías, de las cuales el 60% deben ser carbohidratos, el 20% proteínas y el 30% grasas (Rueda y otros, 2021).
La manipulación de alimentos se refiere a conductas específicas antes, durante y después de la manipulación de alimentos, también llamada inocuidad alimentaria donde se va a elegir los alimentos tratados con fines higiénicos, lavarse a menudos las manos, cocinar los alimentos a 70°C, consumir y guardar cuidadosamente los alimentos, evitar mezclar alimentos crudos de los cocinados, mantener las superficies de la cocina limpias y libre de roedores (Lampert y otros, 2021).
Igualmente, para la seguridad alimentaria el agua es esencial, por ende, es un recurso básico para la salud, si no se maneja adecuadamente, también es una fuente de enfermedades y puede propagarse a través de enfermedades diarreicas agudas si se consumen alimentos sin lavar debido a la introducción de microorganismos patógenos en el cuerpo. Sin un lavado adecuado de manos, los parásitos pueden provocar pérdida de peso, retraso en el crecimiento y baja talla en los niños, utilice agua tratada, elija una dieta saludable, lave frutas y verduras y evite los alimentos caducados (Garros & Safar, 2020).
Es importante apoyar y asesorar a futuras madres en cuanto a su alimentación y consumo de suplementos como hierro, ácido fólico, calcio que garantice un nacimiento a término, con talla y peso adecuado (Moreta y otros, 2019). Los niños se mantienen saludables mientras crecen si reciben una buena nutrición y una dieta balanceada, puede tomar las medidas necesarias para mejorar su nutrición y desarrollar buenos hábitos alimenticios. Estos son los cinco métodos más efectivos: Establecer una rutina de comidas familiares, servir una variedad de refrigerios y alimentos nutritivos, dándole un buen ejemplo manteniendo una dieta saludable, evita conflictos alimenticios, incluir a los niños en el proceso (Elana, 2018).
Asimismo, se recomienda en niños menores de 5 años el uso de medidas antropométricas para evaluar el crecimiento y el estado nutricional cuando se toma el peso, la talla y el perímetro braquial cuando la clasificación es inferior a 11,5 cm desnutrición aguda severa, 11,5 cm hasta un máximo de 12,5 cm desnutrición aguda moderada y más de 12,5 cm estado nutricional normal (Bifoliar, 2020).
Para valoración el estado nutricional se utilizó los indicadores Peso para la Edad (P/E); refleja la masa corporal alcanzada en relación con la edad cronológica, con un puntaje z normal de +2 a -2 (PTZ), indica la desnutrición global, Talla para la Edad (T/E); Refleja el crecimiento lineal alcanzado en relación con la edad cronológica, con un puntaje z normal de +2 a -2 (PTZ), valora la desnutrición crónica, Peso para la Talla (P/T); Peso relativo para una talla adecuada y define la probabilidad de la masa corporal, independientemente de la edad, con un puntaje z normal de +1 a -1 (PTZ), Indica la desnutrición aguda., IMC para la Edad (IMC/E); Este indicador detecta sobrepeso u obesidad, con un puntaje z normal de +1 a -1 (PTZ) (Torres & Camacho, 2021).
Bajo esta perspectiva surge la necesidad de investigar más a fondo las dinámicas de alimentación en contextos específicos. En este estudio, se propone explorar cuáles son las prácticas alimentarias que predominan entre las madres de niños menores de cinco años en el Centro de Salud Julio Moreno. Además, se busca determinar cómo estas prácticas influyen en el estado nutricional de sus hijos.
MATERIALES Y METODOS
En el presente estudio se aplicaron métodos cuantitativos, descriptivos, transversales y de campo para investigar el estado nutricional y las prácticas alimentarias de niños menores de cinco años en el Centro de Salud Julio Moreno, ubicado en la ciudad de Guaranda. La población de estudio consistió en un grupo específico de 34 niños, compuesto por 23 varones y 11 mujeres, seleccionados a través de un muestreo no probabilístico intencional, el mismo que se eligió por la especificidad de la población objetivo y por la accesibilidad de los participantes dentro del centro de salud mencionado (Reales Chacón et al., 2022).
Sobre las técnicas aplicadas se detalla la encuesta – entrevista y para la recolección de datos, se utilizaron dos instrumentos primordiales: el primero, una ficha de registro de datos antropométricos, incluyendo medidas como peso, talla y perímetro braquial; y el segundo, una ficha de frecuencia de consumo de alimentos, aplicada a través de entrevistas a las madres de los niños, donde se indagó sobre sus conocimientos y prácticas nutricionales. Estos instrumentos permitieron recopilar datos esenciales para la evaluación del estado nutricional de los niños, así como para entender las prácticas alimentarias dentro de sus hogares.
Los datos recabados se procesaron y analizaron mediante técnicas de estadística descriptiva utilizando el software SPSS (Statistical Product and Service Solutions), que facilitó el cálculo de frecuencias y porcentajes a partir de las encuestas completadas. Adicionalmente, los datos antropométricos recogidos fueron introducidos en el software Who Anthro, el cual proporcionó un diagnóstico detallado del estado nutricional de los niños basado en indicadores antropométricos estándar como Peso/Edad, Longitud/Talla para la Edad, Peso/Talla y IMC/Edad.
Este enfoque metodológico, al incorporar tanto la recolección directa de datos físicos como la obtención de información a través de encuestas, aseguró una comprensión integral de las condiciones nutricionales y las prácticas alimentarias de la población estudiada. Este diseño y método fueron seleccionados para capturar una instantánea precisa del contexto nutricional de los niños en un punto específico en el tiempo, lo cual es esencial para intervenciones futuras y para la formulación de políticas de salud pública dirigidas a mejorar la nutrición infantil en la región.
RESULTADOS
Luego de obtener la base de datos se alcanzaron los siguientes datos:
Figura 1. Los alimentos que elije para la alimentación del niño, los prefiere por
Fuente: (Taco J, Agualongo D, García D, García D, 2023).
A través de los resultados obtenidos de la encuesta aplicada, se evidencio que el 61,8% de las madres eligen la alimentación del niño por el valor nutricional, mientras que un 14,7% eligen por el sabor según las preferencias del niño, seguido de un 11,8% eligiendo por el bajo costo y por el fácil acceso, dado que los padres cultivan ciertos alimentos en sus hogares y son utilizados para la alimentación del niño.
Figura 2. Comida más importante del día
Fuente: (Taco J, Agualongo D, García D, García D, 2023).
A través de los resultados obtenidos de la encuesta aplicada, se evidencio que el 52,9% de las madres mencionaron que el desayuno es la comida más importante del día puesto que será el principal aporte de nutrientes para los niños y reserva de energía durante el día, seguido de un 29,4% de las madres dan prioridad al almuerzo y un 17,6% los refrigerios.
Tabla 1. Estado nutricional según el indicador Longitud/talla para la edad
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Frecuencia |
Porcentaje |
Talla alta |
1 |
2,9% |
Normal |
23 |
67,6% |
Baja talla |
5 |
14,7% |
Baja talla severa |
5 |
14,7% |
Total |
34 |
100,0% |
Fuente: (Taco J, Agualongo D, García D, García D, 2023).
Se refleja que el estado nutricional de los niños tomando en cuenta el indicador Longitud/talla para la edad que permite identificar a niños con el 67,6% (23 niños) se encuentran con un estado normal, así también 2 grupos de 5 niños equivalentes a un 14,7% cada uno presentan baja talla y baja talla severa, un 2,9% (1 niño) presenta talla alta para la edad.
Tabla 2. Estado nutricional según el indicador Peso/Edad
|
Frecuencia |
Porcentaje |
Normal |
31 |
91,2 |
Desnutrición aguda |
1 |
2,9 |
Riesgo de desnutrición global |
1 |
2,9 |
Desnutrición global moderada |
1 |
2,9 |
Total |
34 |
100,0 |
Fuente: (Taco J, Agualongo D, García D, García D, 2023).
Se puede apreciar que el peso/edad refleja el peso corporal en relación con la edad del niño en un día determinado, este indicador se usa para evaluar si un niño presenta bajo peso y bajo peso severo. Los datos revelan que el 91,2% (31 niños) presenta un peso para la edad normal, seguido de un grupo de tres grupos equivalentes a un 2,9% (1 niño en cada grupo) presentan posible riesgo de desnutrición global, desnutrición aguda y desnutrición global moderada.
Tabla 3. Estado nutricional según el indicador Peso para la longitud/Talla
|
Frecuencia |
Porcentaje |
Normal |
32 |
94,1 |
Sobrepeso |
2 |
5,9 |
Total |
34 |
100,0 |
Fuente: (Taco J, Agualongo D, García D, García D, 2023).
En este estudio se encontró que un 94,1% (32 niños) presentaron un peso para la talla normal y un 5,9% (2 niños) con sobrepeso. El peso para la talla ayuda a identificar niños con bajo peso para la talla que pueden estar emaciados o severamente emaciados.
Tabla 4. Estado nutricional según el indicador IMC/Edad
|
Frecuencia |
Porcentaje |
Peso normal |
29 |
85,3 |
Posible riesgo de bajo peso |
1 |
2,9 |
Posible riesgo de sobrepeso |
2 |
5,9 |
Sobrepeso |
2 |
5,9 |
Total |
34 |
100,0 |
Fuente: (Taco J, Agualongo D, García D, García D, 2023).
Se puede apreciar que en el estudio se encontró que un 85,3% (29 niños) presentaron un IMC normal, seguido de dos grupos que equivalen a 5,9% (2 niños cada uno) con posible riesgo de bajo peso y posible riesgo de sobrepeso y finalmente un 2,9% (1 niño) presenta sobrepeso.
Tabla 5. Estado nutricional según el Perímetro Braquial
|
Frecuencia |
Porcentaje |
Estado nutricional normal |
32 |
94,1 |
Desnutrición aguda moderada |
1 |
2,9 |
Desnutrición aguda severa |
1 |
2,9 |
Total |
34 |
100,0 |
Fuente: (Taco J, Agualongo D, García D, García D, 2023).
En este estudio se encontró que 94,1% (32 niños) presentaron un estado nutricional normal, su perímetro braquial fue de mayor a 12.5 cm, seguido de un 2,9% (1 niño) presento una desnutrición aguda moderada es decir que su perímetro braquial fue de 11.5 cm a menor o igual a 12.5 cm y finalmente un 2,9% (1 niño) presento una desnutrición aguda severa.
DISCUSIÓN
En este estudio, se pudo evidenciar que la mayoría de las familias eligen la dieta de sus hijos en función del valor nutricional, lo que da como resultado que el 61,8% de los padres tengan un amplio conocimiento de los alimentos que sus hijos deben consumir, según las tradiciones familiares y la disponibilidad. De hecho, la mayoría de las madres consideran que el desayuno es la comida más importante del día por ser la primera comida dando como resultado de un 52,9%, su alimento son productos que cultivan y cosechan en la zona.
Una alimentación saludable ayuda a mantener una buena salud al proporcionar alimentos suficientes y variados que aportan los nutrientes de alta calidad que su hijo necesita para funcionar correctamente ahora y en el futuro. Las necesidades de ingesta calórica y de nutrientes de cada niño varían según las características biológicas únicas del niño (Mellado, 2021).
El desayuno es considerado la comida más importante del día, porque es el alimento que se toma desde que se duerme después de un largo ayuno, el desayuno debe ser equilibrado y aportar un 15% y un 25% de energía, lo que es beneficioso para el desarrollo en la infancia. Los refrigerios a la hora del almuerzo pueden satisfacer su apetito y ayudar a mantener estables sus niveles de energía durante todo el día. El almuerzo aporta el 30% y el 35% de la energía que necesita el organismo. Los refrigerios de la tarde pueden reponer los nutrientes del cuerpo y la cena deben ser ligera (Martínez, 2022).
En la infancia, cuando los hábitos y comportamientos alimentarios se forman con el estímulo de los padres, es importante realizar cinco comidas al día, a saber: El desayuno aporta entre el 20 y el 25% de los nutrientes, considerando que es la primera comida después de un ayuno de 12 horas. A esto le siguen los refrigerios de la mañana y la tarde, que proporcionan del 10 al 15 por ciento de las necesidades dietéticas, seguidos de los refrigerios del mediodía que proporcionan el 30 y el 20 por ciento de las necesidades calóricas (Suárez, 2020).
El óptimo crecimiento y desarrollo de los niños depende en gran medida de una alimentación saludable, que debe ser variada, nutritiva, natural, segura, suficiente y acompañante. Satisfacer las necesidades energéticas Longitud/altura para la edad representa la altura del niño o la altura para el crecimiento de la edad en una visita determinada. Este indicador permite identificar niños cuyo crecimiento se retrasa debido a deficiencias nutricionales crónicas o enfermedades recurrentes. En un estudio realizado por el Centro de Salud “San Miguel” (Angamarca, 2022). Se obtuvo los indicadores talla/edad de 50 niños, y los resultados arrojaron que 32 de ellos (correspondiente al 64%) eran de talla normal, mientras que, en nuestro estudio, el 67,6% de los niños tenían talla normal, pero también hubo casos de talla baja y talla baja severa.
Los progenitores influencian en el contexto alimentario infantil usando modelos autoritarios o permisivos para la elección de la alimentación de los niños, en aspectos como el tipo, cantidad y horarios de alimentación (Marfil, 2019). A pesar de los esfuerzos de las autoridades públicas por monitorear los indicadores de salud nutricional e implementar campañas educativas para brindar esta información, los problemas nutricionales de los niños exacerban la influencia de los hábitos alimentarios de los padres sobre los hábitos alimentarios de los niños (Castrillón, 2014).
A través del estudio se encontró que los niños presentaron algún tipo de desnutrición por una mala práctica alimentaria, se determinó mediante la toma de datos antropométricos, uno de cada cinco niños de la población presentó baja talla severa. Con en software Who Anthro y el puntaje z, que se identificó que uno de cada dos niños presentó un riesgo de desnutrición global y desnutrición aguda. En relación con el peso/talla un 5,9% de niños presentaron sobrepeso por presentar emaciación.
CONCLUSIONES
En este estudio se analizó el conocimiento de los padres sobre nutrición y sus prácticas alimentarias en el Centro de Salud Julio Moreno. La mayoría de los padres demostraron tener un conocimiento medio sobre los alimentos nutritivos, escogían dietas basadas en el valor nutricional y consideraban el desayuno como la comida más importante del día. Estos hallazgos están alineados con el objetivo del estudio de examinar las prácticas alimentarias y su impacto en el estado nutricional de los niños.
Mediante el uso del software antropométrico Who Anthro de la Organización Mundial de la Salud, se evaluó el estado nutricional de los niños. Los resultados mostraron que la mayoría de los niños evaluados presentaban una talla, peso, IMC y perímetro braquial dentro de los rangos normales para su edad. Sin embargo, también se identificaron casos preocupantes, incluyendo cinco niños con talla significativamente baja, uno con desnutrición aguda, uno en riesgo de desnutrición global y uno con desnutrición global moderada. Además, dos niños presentaron sobrepeso y dos más fueron diagnosticados con desnutrición aguda moderada y desnutrición aguda severa respectivamente.
Estos resultados refuerzan la necesidad de abordar el problema central del estudio: la desnutrición infantil y cómo las prácticas alimentarias pueden influir en ella. La evidencia sugiere una correlación directa entre el conocimiento nutricional de los padres y el estado nutricional de los niños, resaltando la importancia de educar a los padres como una estrategia potencial para mejorar la nutrición infantil. Las respuestas a nuestras preguntas de investigación indican que, aunque hay un nivel de conocimiento adecuado, existen áreas críticas que requieren intervención inmediata y mejora.
La triangulación de estos resultados con el problema planteado, las preguntas de investigación formuladas, y los objetivos del estudio, sugiere que las intervenciones focalizadas en educación nutricional y apoyo comunitario podrían ser clave para mitigar los riesgos de desnutrición y sobrepeso en esta población vulnerable.
AGRADECIMIENTO
Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento al personal de Salud del Centro de Salud Julio Moreno de la ciudad de Guaranda y a las madres de los niños de este Centro de Salud por haber contribuido en la recolección de información relacionada con la realización de este estudio.
BIBLIOGRÁFIA
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UNICEF. (2023). https://www.unicef.es/blog/desnutricion/5-formas-de-acabar-con-la-desnutricion-infantil
1Janine Maribel Taco Vega Docente-Universidad Estatal de Bolívar. Campus Académico “Alpachaca” email: jtaco@ueb.edu.ec https://orcid.org/0000-0002-9732-0654
2David Santiago Agualongo Chela Docente-Universidad Estatal de Bolívar. Campus Académico “Alpachaca” email: dagualongo@ueb.edu.ec https://orcid.org/0000-0002-8705-2609
3Deicy Gabriela García Verdezoto Docente-Universidad Estatal de Bolívar. Campus Académico “Alpachaca” email: dgarcia@ueb.edu.ec
4Darío García Docente- Universidad Estatal de Bolívar. Campus Académico “Alpachaca” email: dagarcia@ueb.edu.ec